Áρχή (archē o arjé), viene a significar "elemento fundamental, principio" y "origen". La Naturaleza, diversa, móvil y cambiante, se muestra como una realidad muy compleja y difícil de entender. Los primeros filósofos se hicieron la pregunta: ¿No existirá uno o varios principios o elementos permanentes que me puedan explicar la diversidad, movimiento y cambio presente en la Naturaleza? ¿Ago simple que pueda explicar lo complejo? El archē es ese principio. Es lo que la naturaleza es, en el fondo, aunque no lo parezca. Uno o varios tipos de elementos regidos por leyes simples. No obstante, en el origen ese archē era explícito. Y volverá a ser explícito en un final. Así pues, Tales dirá, por ejemplo, que es el agua. En un principio todo era agua de modo explícito. Ahora todo es agua, aunque no lo parezca. Y al final de los tiempos todo volverá a ser como al principio: explícitamente agua.
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