viernes, 4 de enero de 2013

MISTERIO

La palabra misterio viene del latín mysterium, que lo tomó del griego μυστήριον (mystérion), un derivado de la palabra μύστης, que significa "iniciado". Sólo tardíamente esta palabra adoptó tambien en estas lenguas el significado de cosa secreta, oculta y desconocida que le damos hoy.
     Tanto en Grecia como en Roma, este vocablo designaba a un tipo de religión, a una serie de cultos religiosos bastante extendidos que llamamos "misterios" o "cultos mistéricos". En Grecia y en Roma había un culto público a los dioses tradicionales conocidos por todos (Zeus-Júpiter, Apolo, Atenea-Minerva, Artemis-Diana, Hera-Juno, Deméter-Ceres, etc.). Sus templos estaban destinados a contener la estatua del dios y su tesoro de ofrendas. El culto (sacrificios y plegarias) nunca se realizaba en el interior del templo, sino en una explanada delantera y al aire libre donde se ubicaba un ara o altar, y de él participaban cuantos quisieran sumarse en una asistencia abierta. Si bien griegos y romanos habían desarrollado ideas complejas sobre el mundo de ultratumba y rituales funerarios para favorecer ese tránsito a una vida post mortem, los lugares post mortem acogían a buenos y malos, y en todo caso un mejor estatus en una vida de ultratumba podían proporcionarla como mucho una mayor bondad y nobleza, pero nunca el estricto cumplimiento de un conjunto de normas, prácticas y rituales religiosos destinados a ello.