lunes, 7 de mayo de 2012

PERIPATÉTICO


La palabra peripatético es un cultismo griego (περιπατητικός) formado del prefijo περι (peri = alrededor), el verbo πατειν (patein = deambular) y el sufijo ικο (ico = "relacionado con"). Peripatético significa entonces "que deambula alrededor”.
      A la escuela aristotélica se la denomina peripatética. Peripatéticos son entonces los seguidores de la filosofía de Aristóteles. Al parecen eran llamados de esta manera porque tales filósofos, ya sea entre ellos o con sus discípulos, debatían mientras caminaban alrededor de un patio. El patio fue llamado peripatos. Los más célebres filósofos peripatéticos que sucedieron a Aristóteles fueron Teofrasto y Estratón de Lampsaco. 
      En castellano esta palabra tiene también el sentido de 'ridículo' o 'extravagante', probablemente por cruce con patético, vocablo éste que, no obstante, tiene otro origen.

domingo, 6 de mayo de 2012

AFASIA

Afasia procede del vocablo griego αφασία: sin palabra.
       El término se relaciona con Pirrón de Elis y la filosofía escéptica. Al ser todo igualmente indiferente, hay que mantenerse sin opiniones. Se trata de lo que los escépticos denominaron "abstención de juicio" (epoché), que conduce al silencio (afasia). Esta indiferencia teórica sirve de base a la indiferencia práctica, a la humildad y la mansedumbre, así como a la impasibilidad o apatía (apathéia). La vida sabia consiste en conseguir un equilibrio perfecto que nada pueda turbar (ataraxia), sustituyendo los dogmas por las costumbres y las inclinaciones naturales. 
       En 1864 el médico francés Armand Trousseau utiliza el término para designar un trastorno en el cual el sujeto pierde la capacidad de producir o comprender el lenguaje. La afasia se debe, desde el punto de vista neurológico, a lesiones cerebrales en el área especializada en el lenguaje.

EPOCHÉ

Epochē (del griego εποχή «suspensión») es un concepto originado en la filosofía griega, utilizando principalmente por la corriente escéptica. En los tiempos modernos fue revitalizado por la fenomenología de Edmund Husserl si bien no en su acepción inicial.
Originariamente, según la definición de Sexto Empírico, la epochē es «el estado de reposo mental por el cual ni afirmamos ni negamos», o si se quiere una actitud mental de imperturbabilidad o ataraxia (del griego αταραξια). El concepto tenía distintos grados de «intensidad» según los distintos filósofos de esta corriente, abarcando desde la suspensión radical del juicio para algunos en el caso de especulaciones teóricas, hasta posiciones próximas del probabilismo en otros casos. En lo que respecta a aspectos no ya teóricos sino prácticos, el concepto tendía a confundirse con la 'metripatía, que puede traducirse como la adopción de una actitud de prudencia cuando se trata de evaluar sentencias de carácter moral.
El concepto epochē jugó un rol importante en la corriente filosófica del escepticismo de Pirrón. Partiendo del supuesto de que no conocemos nada, Pirrón argumentó que la actitud que más conviene adoptar es la epochē, es decir, la suspensión del juicio o de la afirmación. No es exacto afirmar que esta posición implica la idea de que no tenemos ninguna posibilidad racional de elegir entre uno u otro curso de acción. Más bien se relaciona con el hecho de que un determinado tipo de vida o acción no puede ser catalogado como el «definitivamente correcto». Tampoco es acertado postular que los escépticos niegan dogmáticamente la posibilidad de todo conocimiento: la misma palabra Skepsis implica «siempre buscar», «siempre investigar». En efecto, sería contradictorio afirmar plenamente que nada puede ser objeto de conocimiento ya que esa misma proposición sería paradójicamente elevada a la categoría de algo que se conoce.
En la fenomenología de Husserl el concepto de epochē se redefine de una manera más radical, como un cambio fundamental de actitud no sólo respecto al conocimiento y a las teorías ya existentes, (lo que se aparenta a la suspensión del juicio) sino también frente a la realidad misma. Cambio de actitud que Husserl describe con las imágenes de "poner entre paréntesis" (Einklammerung), de «desconexión» (Ausschaltung) de la cotidianeidad. Esta sería un presupuesto del método para llegar a lo que Husserl denomina reducción fenomenológica.
Tal radicalidad permite distinguir a la epoché en sentido husserliano, no sólo de la epochē clásica, sino también de todo otro concepto con el que puedan presentarse analogías, entre los que pueden citarse la duda cartesiana o la abstención de explicaciones metafísicas propugnada por Auguste Comte. Tampoco es para nada la negación de la realidad. 
Ese cambio radical frente a la actitud «natural», nos pone en el umbral del conocimiento filosófico. Ferrater Mora explica que en esa «puesta entre paréntesis» no sólo van a quedar encerradas las doctrinas y teorías respecto de la realidad, sino también, la realidad misma: como consecuencia de ello, la realidad no resulta modificada sino «alterada». Sólo esta actitud permitiría alcanzar la conciencia pura o transcendental.

Fuente: wikipedia