miércoles, 30 de diciembre de 2015

ASEBEIA

 
Asebeia es la transcripción del término griego ασέβεια (compuesto de alfa privativa y σέβας, sébas = cosa sagrada) literalmente resultaría entonces repudio o negación de lo sagrado. No obstante se traduce por impiedad. 
      La asebeia, en la Atenas de Sócrates, era un delito castigado con el destierro o con la muerte. Muchos ilustres filósofos griegos fueron acusados de asebeia (Anaxágoras, Sócrates, Protágoras o Diágoras). 
     No hay que confundir la asebeia o impiedad con el ateísmo. Éste no se refiere a la negación (o privación) de la piedad, sino a la privación o negación de Dios (o de los dioses). Pero la asebeia no es necesariamente ateísmo; el deísta puede ser impío pero no es ateo, y el ateísmo no implica la asebeia (un ateo ontológico que niega al Dios monoteísta puede ser piadoso con los dioses del panteón politeísta). 
      La impiedad entendida en un sentido amplio, esto es, como irreligiosidad, caracteriza al racionalismo filosófico por ser éste incompatible con la aceptación de verdades alcanzadas desde fuentes praeterracionales como la fe o la revelación.

Fuente: Enciclopedia Symploké

viernes, 11 de diciembre de 2015

APONIA

Aponia (en griego antiguo: ἀπονία) significa ausencia de dolor o sin dolor. El término es utilizado por los filósofos epicúreos. El objetivo de la vida humana es la felicidad, y la felicidad se identificaba con el placer o la ausencia de dolor físico y mental. Para alcanzar el placer era entonces necesaria la aponia, la supresión de todo dolor físico, y la ataraxia, la eliminación de las perturbaciones mentales.

martes, 10 de noviembre de 2015

ENTELEQUIA


La palabra viene del griego ἐντελέχεια, que en la transcripción latina se convierte en entelecheia. El término griego está  compuesto por  ἐντελης (enteles), 'perfección' y ἔχω (echo) , 'tener'. A su vez Ἐντεληές estaría formado por ἐν, (en) que podríamos entender como 'dentro de' o también 'dedicado a', y τελέω o τελεῶ, (teleo) que podemos traducir como 'finalizar o completar'.
Con estas pistas etimológicas podemos aventurarnos a traducir el término como aquello que encierra dentro de sí la semilla de su propia perfección o aquello que tiene el fin en sí mismo.
El término es utilizado por Aristóteles en su metafísica. Para Aristóteles la entelecheia es el estado opuesto a la energeia, es decir, lo opuesto a acto. De modo que entelecheia es en cierto sentido potencia. No obstante, no toda potencia es entelecheia. Aristóteles distingue entre potencia activa y potencia pasiva. Solo las cosas naturales tienen potencia activa. La semilla es un árbol en potencia activa mientras que la mesa verde es un mesa azul en potencia pasiva. Es decir, la semilla puede desarrollarse desde sí misma y convertirse en un árbol y la mesa verde puede recibir desde fuera el color azul si alguien la pinta. Solo la potencia activa es entelecheia. Decimos entonces que el árbol es entelecheia de la semilla. Ahora bien, la  potencia activa o entelecheia es también lo que Aristóteles denomina naturaleza. La naturaleza es tanto el impulso o fuerza que lleva al objeto a alcanzar su fin y su forma definitiva, como la propia forma, fin, bien o perfección del objeto. A veces Aristóteles identifica potencia activa, entelecheia y naturaleza con carencia o privación.

domingo, 1 de febrero de 2015

ERÍSTICA


Erística, del griego "eristiké" ἐριστική, está relacionado con "Eris" Ἒρις, que es la diosa de la discordia. Eris era hermana de Ares, el dios de la guerra, y una de las cuatro hijas de Zeus y Hera. En la mitología griega, Eris era impopular entre los otros dioses, y era rechazada con frecuencia por ellos. Normalmente, esto desataba su terrible ira.
El ejemplo más claro de este carácter iracundo de Eris se encuentra en el mito que habla de la boda de las deidades Peleo y Tetis. Eris no fue invitada a la boda, pero ella se presentó de todos modos. Cuando se le negó la entrada, Eris, furiosa, arrojó una manzana de oro a las diosas reunidas que contenía la siguiente inscripción: "Para la más bella". Esto dio lugar a la discordia entre las tres diosas que reclamaban la manzana. Al final, ninguna de las diosas obtuvo la manzana de oro, ya que terminó en las manos de Paris, el hijo mortal del rey de Troya. París finalmente le dio la manzana a la diosa Afrodita a cambio de su promesa de entregarle a él la mujer más hermosa del mundo, Helena de Troya, lo que finalmente dio lugar a la Guerra de Troya. 
La diferencia entre Ares, dios de la guerra, y Eris, su hermana discordia, es que Eris parecía disfrutar con el conflicto y se asociaba a menudo con características como la rivalidad, los celos y la ira. Los antiguos griegos creían que Eris perseguía los campos de batalla y que gozaba con la muerte y el sufrimiento humanos. Homero describe a Eris durante la guerra de Troya en un pasaje particularmente horrible en "La Ilíada", arrastrando un cadáver tomado de los pies a través de la carnicería del campo de batalla y con la ropa manchada de sangre. 
En filosofía Eristica, del griego "eristiké" ἐριστική (aficionado a la discusión), se asocia al método utilizado en los debates por quienes, independientemente de la verdad o falsedad de la tesis mantenida, se proponen como único objetivo la victoria en la discusión, recurriendo a la argumentación sutil y a los elementos de retórica a su alcance. Platón utiliza el término despectivamente para referirse al método de los sofistas, y lo opone a la dialéctica, el verdadero arte de la investigación y del diálogo que busca el conocimiento de la verdad.